El pie mira para arriba y ve que el pene lo estaba mirando, entonces le pregunta:
¿Cómo estás?
- Como siempre, jodido, y colgado cabeza abajo. Y a ti, ¿cómo te tratan?
Excelente fíjate que en las mañanas, para que no toque el suelo frío, me pone unas zapatillas. Después, se mete a bañar y me lava muy bien entre todos mis deditos, luego me seca muy bien, me pone talco, me enfunda y después me mete en sus zapatos. Luego nos vamos a caminar todo el día. Por la noche, que todo me duele, me pone en
- Yo te cuento: Conmigo es un hijo de puta. Por las mañanas me cachetea varias veces y me dice: "Bueno, tate tranquilo". Luego me mete todo arrugado en el calzoncillo y ando con un dolor de cabeza todo el día, que para qué te cuento. ¡Ah!, pero eso sí, ¡a la noche quiere que esté bien firme!. Pero lo peor de todo es cada vez que vamos a la cueva, no sabes cómo me jode su indecisión.
¿Cuál cueva? ¿Qué indecisión?
- ¡Hombre! Si entro en esa cueva oscura, mojada y resbaladiza, donde apenas quepo: me mete, me saca, me mete, me saca, me mete, me saca y así por un rato laaaaargo...
¿Y entonces qué pasa?, pregunta el pie.
- ¡¡¡Qué carajo va a pasar!!!... ¡¡¡Pues que de tanto movimiento me mareo, vomito y luego me desmayo!!!